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sábado, 13 de enero de 2018

Te hallo

Séptimo año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a más de 2.500 escritores, respetando el derecho de autor.




Publicación N° 1.914-



                                                                                                                             Antonio José Royuela


Poeta y narrador español, nacido en Córdoba. Es diplomado en Ciencias de la Educación y Licenciado en Psicopedagogía y trabaja actualmente como maestro de Educación Primaria. Ha publicado, entre otros, "Desajustes" (2008), "La mente del mono" (2011), "Zona" (Lastura, 2015), etc. Fue Ganador del Primer Premio de Minirelatos La Casa del Poeta, 2009. Finalista en el II (2007) y en el III (2008) concurso de Poesía Internacional Búho Rojo, fue seleccionado como finalista en los Encuentros Nacionales para Poetas y Escritores de Anuesca a favor de Manos Unidas durante las convocatorias de 2008, 2009 y 2010.


                                                                                               "con la presteza del colibrí
                                                                                                 batiendo sus alas,
                                                                                                 un gigante de brazos de fuego
                                                                                                 impuso su vasallaje de sótano sin luz"

  











TE HALLO Y ME PIERDO

Te hallo
en los labios de la noche,
en la melaza de tus pezones,
en la querencia de tus oquedades
y en el buen hacer de tus manos

y me pierdo
en los besos ausentes
de una boca nómada,
en la sombra de unos turgentes
y distanciados senos,
o en el vaivén
de unas caderas infidentes.

Te hallo
en la batalla cuerpo a cuerpo
hecha ama y en tu gemir
cuando pides que azote tu cuerpo
mientras la luz de tus ojos
solicitan continuidad en el movimiento
de nuestros torsos adheridos,

y me pierdo
en la orilla sin mar
que aleja tu espalda,
en la angustia de saberte acariciada
en el fuego de otro calendario
o en la imagen rota
de un despertar abrazado a tu ausencia.

En este círculo
de hallarte y perderme
es donde la necesidad de la certeza
es un cielo en aquelarre.-


***

Una historia
de versos tristes
para corregir su diseño.-




DESPEDIDA

Una noche cualquiera,
de un día con cielos grises,
despertaré abrazado
a la ausencia de tu mundo,
que es el mío cuando tú no estás.

Entonces acariciaré tu pelo
convertido en una ciudad apagada.
Tu cuerpo semidesnudo,
será sombra en las esquinas de las calles
de esa misma ciudad sin luz,
donde el sueño de recordarte
juega a defenderse.

Una noche cualquiera,
fría como la nieve cuando tú me faltas,
sentiré miedo al oír el temblor
de tus muslos
cruzar la puerta sin mirar atrás.

Entonces estaré mirando
una mirada de otros ojos
con rastro de amor.
Sintiendo como por dentro se derriba todo.

Una noche cualquiera,
cuando las verdades sin contar
apaguen las cenizas de los labios,
cuando los silencios han perdido su crédito
y tu piel sea una cicatriz de la mía.

Entonces el rumbo de tu sonrisa
me dirá la isla donde naufragué.

Para ese momento,
los dos habremos maldecido
las cosas que no se pueden compartir,
la intransigencia de los ojos de ciego,
las paradas donde no llega el metro
y el taxi queda lejos.

Esa noche cualquiera, nosotros,
volveremos a se tú y yo.-



LLUEVE OTRA VEZ

El otoño se empeña en traer lluvia
que no le corresponde.
Por la fuerza con la que cae
parece una lluvia del trópico,
acostumbrada a arrasar poblados,
ciudades enteras.

El dolor no respeta los términos del contrato
y las lunas del taxi
ahondan en la crueldad
que la imaginación aflige.

Tal vez,
la mujer con la que voy a encontrarme
no sea más que un recuerdo.-



HABITACIÓN DE HOTEL

No son palabras
en la memoria del amor.

La cama desierta
me grita desde la ciudad despoblada.
Ausencia de tus ojos.
¿Cuántas veces te nombro en el fuego encendido
de mis manos que viven en ti?

No son palabras
en la memoria del amor.

El amor no tiene memoria.
Vive desnudo en las palabras no habladas
mientras yo te las escribo.-




                                                                                                               Antonio José Royuela




Imágenes: Pinturas de Aaron Shikler.






quiquedelucio@gmail.com

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