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martes, 5 de septiembre de 2017

Antiguamente


Séptimo año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a más de 2.000 escritores, respetando el derecho de autor.




Publicación N° 1.787-



                                                                                                                         Amanda Durán

Poetisa y editora chilena, nacida en Santiago en 1982. A los doce años publica su primer libro con un prólogo de Nicanor Parra. Estudió Periodismo en la Universidad de Playa Ancha. Es editora de la revista de difusión cultural "Asado de costilla". Residió en Francia donde estudió teatro, y pasó por distintos grupos hasta estacionar en la escuela de mimodrama de Marcel Marceau. Ha publicado: "Zona primavera" (1994), "Ovulada" (Mago editores, 2007, y reeditada en España por ediciones Amargord (2008), etc. Ha sido incluida en antologías y páginas Web dedicadas a la literatura.



                                                                                               "cuando te trato de armar
                                                                                                y llevo las manos ásperas
                                                                                                con el sol en la cintura, cuando
                                                                                                me falta la esquina de tu boca"










ANTIGUAMENTE

Antiguamente yo te amaba con descaro
con paciencia
como hace el amante detenido
el cúmulo de tu boca siempre nueva,
el temor de tus besos adictivos,
la fuerza de tu mano en la mía
breve lucha sedienta de pancartas.
Había una vez un amor mío
tan impaciente y amante
ahogado en cartas terribles,
dulce
siempre gigante.
Antiguamente yo amaba con ternura
la deliciosa confianza de tu abrazo,
el exquisito cáliz de tu sombra
las esquinas escondidas de tus manos,
de espalda eterna
tu nombre,
te amaba
te amaba tanto
que se me fue el pretexto de amor a las pestañas
y como príncipe de cuentos sólo buscaba castillos.
Mi casa quedó encendida con el calor de mi pena
y la memoria mañosa aprendió a tejer espinas,
que sola quedó mi puerta
¡inútil el calendario!
y la mañana entreabierta
sola también conmigo,
se derrumbó la leyenda bajo el espejo quebrado,
la espesura de tu oído atenta al ruido terrible,
te fuiste cuando te amaba como si fuera preciso
y creíste que ganabas otro espacio en mi escritura.
Se marchitaron dos flores
me sangró el cuerpo herido
y lo poco que dejaste me lloró de indecencia.
Soborné margaritas
te quité mis espacios,
conjuré tanta cosa
que ahora ya van los años
y recuerdo que te amaba
te amaba
¡te amaba tanto!.-



A FIN DE CUENTAS

Evité escribir de ti
cualquier letra
por miedo a entender que ya no eres
pero estás nítido en cada cosa
ya eres Santiago, teléfono y vino tinto
en cualquier anotación
grueso aparece tu rostro
pedazo de guitarra y baile largo
estás
estás ya sin miedo a esconderte
y vives escondido en la tinta de mi lapiz
y no me temo
y no me apeno
porque no,
no duele
es que esta compañía falsa es apenas compañía
un recuerdo que solo toca las manos
un cariño que de ser no sabe nada
y me siento brillante
grande
fuerte
hermosa
de haber idealizado todo lo que tengo
de haber agigantado cada marca del cuerpo
por que el amor,
aun que no esté
siempre es perfecto.-



PARHELIO

me duerme la melancolía
me agota llorarte
se hacen eternos los desayunos
es pan el sabor de esta nostalgia
nunca te viste  hermoso
nunca fuiste brillante,
ahora estas calles viejas te llaman
imprescindible,
me ahoga la tarde mía,
te olvido
me acuso de cobarde,
te dejo
-muero por dejarte-
me ahogas.
Cómo duele suspirar sin aire
cuando te has ido de mis pulmones
cuando no queda más que en el recuerdo
y no quedas,
me avergüenza la melancolía
cuando esta ciudad pregunta por qué lloraba
se vuelve triste la pena
cuando no estás para consolarla
cuando no estás para provocarla
cuando no quedas
y no quedas.-




CERTEZA

Todos los perros ladran con sirenas
se enternece la luna en tu garganta
y mi leche
suena de piel el eco incontenible
de la espera
parece que te quedas
parece,
Cristo está en tu silla.-




                                                                                                                 Amanda Durán





Imágenes: Pinturas de John William Waterhouse (Estados Unidos)






quiquedelucio@gmail.com

                                                                     

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