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martes, 18 de julio de 2017

La llegada

Séptimo año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a más de 2.000 escritores, respetando el derecho de autor.





Publicación N° 1.745-



                                                                                                                      Ana Agustín

Poeta y periodista española, nacida en Ávila. Desde hace más de una decada trabaja en el Diario de Ávila. Ha publicado el libro de poesía "Viaje en ausencia" (2002) y ha recibido varios premios, como el Sarmiento de Poesía (Valladolid, 2004), el Premio de Periodismo Benjamín Palencia (Ávila, 2011) , el Premio de Poesía Luis López Anglada (2013), etc. También ha dirigido varios talleres de literatura para adolescentes y adultos y ha publicado sus poemas en diversas antologías y revistas literarias españolas. Ha formado parte de jurados y participó en recitales poéticos en diferentes puntos de la geografía española.


                                                                                         "amanece ahora y siempre es tiempo
                                                                                          de volver a la oscura languidez
                                                                                          de los momentos solos, de estériles valles
                                                                                          como el que, me asombra, y me perdona"










LA LLEGADA DEL ALMA

Hoy creí tener el alma prendida
entre los labios.
Sentí como un suspiro confundiendo
el aliento;
pensé que la garganta arrojaba
mordazas a la intemperie
pero luego hallé pedazos de algo nuevo,
más denso...
Creí tener el alma ahí,
en medio del vaho
que la respiración me arroja
después de haber amado.
Noté que ya llegaba
y me puse nerviosa
como cuando un amante
te visita temprano,
antes de lo previsto.
Creí tener el alma hoy
muy cerca de la lengua.
Casi pude rozarle con todas
las papilas gustativas;
inventé un sabor y elegí
un idioma distinto
para poder quererla.
Pensé que era mi alma,
que llegaba despacio
y luego se enredaba
entre sílabas mudas
y chocaba en paredes
que este seno no alberga
y no podía escapar
temerosa al mordisco imprudente,
automático...

Hoy creí tener el alma
dentro de la boca.-



PRESAGIOS

I

Acabo de olvidar lo que ayer
esperaba, en un futuro simple,
porvenir sin grandes pretensiones
de contacto; y así, me cuelo
en el minuto anterior al próximo
mientras sigo prendido en el tacto
-estoy lo estoy tocando mañana-
que pudiera ser  no más que la idea
de un presente ya pasado. Porque hoy
ya es ayer cuando vivo tu ausencia
sobre la tela nueva que envuelve
este secreto.
Porque no tengo latidos en estas manos
cargadas de compases anudados,
rotas de acariciar el frío metal
de tus palabras.

II

Porque hoy ya es ayer
cuando vivo tu ausencia sobre la tela
nueva que envuelve este secreto,
porque no tengo latidos en estas manos
cargadas de compases anudados,
rotas de acariciar el frío metal
de tus palabras;
sigo prendida en el tacto
-esto lo estoy tocando mañana-
mientras pudiera no ser más que la idea
de un presente ya pasado.
Y así, me cuelo en el minuto
anterior al próximo,
porvenir sin grandes pretensiones de contacto.
Acabo de olvidar lo que ayer
esperaba en un futuro simple.-



UN ALTAR DE SACRIFICIOS

En el preciso borde
de la carne reciente
he instalado un altar de sacrificios.
La superficie blanda
todos mis pecados
se extiende entre sus formas
y escribo,
no para resucitarte
ni para ver el mundo
reventando, otra vez,
contra el suelo.
Escribo,
sepultada también
en la costumbre,
para no ser parásito del tiempo.
Porque, mientras consigo
convertir mi silencio
en prolongada búsqueda,
inútilmente muerta,
inútil,
como el dulce
sabor de una manzana
a punto de extinguirse
en tu boca desierta,
otro verso es posible
y otro nombre en el tuyo.
Ya no escribo
para sobrevivir
a este rito mortal
de respirar secretos.
Escribo para salvarme.-





                                                                                                                      Ana Agustín


Imágenes: Pinturas de Catherine Alexandre





quiquedelucio@gmail.com

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