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jueves, 6 de abril de 2017

Del tiempo


Sexto año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a más de 1.800 escritores, respetando el derecho de autor.



Publicación N° 1.662-


                                                                                                       Francisco Mena Cantero


Poeta español, nacido en Ciudad Real en 1934. Es Licenciado en Pedagogía y en Filosofía y Letras por la Universidad de Madrid. Desde la década del setenta reside en Sevilla, donde fundó , junto a otros poetas, la revista "Cal". Tiene publicados más de veinte poemarios, entre los que cabe destacar: "Esta ausencia total" (Premio Ricardo Molina, 1975), "Mar de altura" (Premio Ciudad de Zamora, 1976), "Diario de una bruja" (Premio Francisco de Quevedo del Ayuntamiento de Madrid, 1979), "Las cosas perdonadas" (1983), "La zarza ardiendo" (1985), "La espera" (Premio Zenobia, 1989), "El pájaro y su vuelo" (2008), etc.



                                                                                    "mientras llega este derrumbe
                                                                                     hay algo en el alero de la tarde:
                                                                                     una paloma limpia, adolescente.
                                                                                     Nunca es viejo el amor aunque 
                                                                                     ande hoy por otra calle la esperanza"









DEL TIEMPO

No es tomar posesión del tiempo
tumbarse bajo un árbol
y auscultar
los latidos del día.
Es comprobar que continúa
la vida a nuestro lado.
Esta vida del pájaro y la flor
como si no acabara nunca
la creación del mundo.-


***

Contemplar el campo es tocar el milagro
de quien se sobrevive,
que aquí la muerte es otra cosa.
un sueño acaso tan benigno
como el de cada abrazo del invierno.
Y luego, el lento despertar
en el fruto en sazón hacia otra vida.-


***

He cerrado la puerta de mi casa
y, alienado de mí contemplo
el entusiasmo universal
de la naturaleza,
y hasta percibo a otro hombre
infundiendo su espíritu y su voz
como si de otra creación
hoy se tratara.

Sintió la libertad como una sangre nueva
y se arrojó a un océano de luz
para huir, cuando el alba,
al exilio dulcísimo del campo
y borrar la ciudad de su memoria.-


***

Hay un abismo
entre los hombres
que impide que otro Lázaro nos traiga
una gota de amor. Y cuando el tiempo
se nos vaya escapando, porque siempre
alguien se deja abierta
la puerta de la casa, volveremos
a ser lo que ayer fuimos: una gota
de agua en el céano.-



LA DEL ALBA

Y ver amanecer es el misterio
de un prodigio empezando a ser sustancia,
como esto de vivir o la armonia
que se silencia
apenas llega el mar hasta la arena
y en sus brazos se duerme.
Esta luz que diluye
lo que llamamos formas y son solo
siquiera nombres pronunciados;
esta luz ¿presta
su claridad a tanto abismo,
como quien da una lismosna o bendice
lo que apenas naciendo se presiente?

El temblor de la espiga, el inclinado
rayo de sol que, indolente, en la hierba
se echa, la brisa que acaricia
lo que comienza a ser figura,
la invisible y cambiante
morfología
de lo que ayer la noche destruyó;
todo se inunda
de vida y de color, y empieza
a destilar aroma sin ser rosa,
y a mostrar el inmortal deleite
de lo que ahora es ya resurrección.-



PATIO CON FLORES Y FUENTE

Encuentro en mi diario los recuerdos
esparcidos y en paz, cuando la vida
era un eterno apoteosis.
Flores
alrededor del agua hacían
más puro el tiempo,
tierna la luz y transparente el patio.
Era nuestra presencia
enredadera loca que ascendía
a la elevada cúpula del aire.

Feble escarcha del limpio amanecer
que en líquido temblor se deshacía,
obligada a olvidar
sus horas de colegio, porque aquí, en este patio
que hoy traigo
con el fervor de una caricia,
el vuelo de la luz
encendió para siempre nuestras manos
creándonos el mundo,
hecho a imagen de nuestros propos sueños.-



LAS COSAS OTRA VEZ

Es cosa de asomarse a la ventana
y contemplar el mundo mientras tanto.
Quién sabe dónde estamos, con qué llanto
"hasta nunca" dirá nuestra campana.

Es cosa de asomarse, aunque sin gana
y contemplar el sitio, el desencanto,
nuestros propios recuerdos y el espanto
de no encontrar la vida una mañana.

Sitios, nombres y fechas como losas
se nos vienen encima, están presentes
como fue la esperanza cierto día.

Igual que la esperanza son las cosas.
Mas nosotros ya somos los ausentes.
No sabemos si estamos todavía.-





                                                                                                          Francisco Mena Cantero





Imágenes: Pinturas de William Bouguereau  (Francia, 1825 - 1905)






quiquedelucio@gmail.com



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