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sábado, 28 de enero de 2012

Bukowski, las pequeñas tristezas

Charles Bukowski


Algo está claro: Bukowski pudo ser muchas cosas además de obsceno y alcohólico. Es cierto, sí, su lirismo se regodea en la decadencia. Todas sus botellas y sus malas noches se hicieron palabra en la literatura. Botellas que delimitan el tiempo. Malas noches que son también malos días, solamente horas perdidas e irrecuperables, clavadas en la experiencia. En su libro de poemas, edición bilingüe, tomos I y II, Bukowski recrea esas horas y además de alcohólico es conmovedor, de tan triste y sabia que resulta su mirada. Es la escritura de un hombre cansado, uno que vivió demasiado y que anhelaba una paz que no pudo o no quiso construirse. Es el regreso, en la memoria, de las mujeres que pasearon su soledad en la habitación de aquel escritor, poemas que confirman y a la vez desbordan la leyenda de Charles Bukowski ( Bautizado como Heinrich Karl Bukowski -Andenach, 1920- Los Ángeles, marzo 1994). La vejez, los amores inconducentes, los gestos inútiles, la muerte. Hombres y mujeres encerrados en sus propios sufrimientos, el mismo poeta encerrado vislumbrando el futuro, con los pedazos de pasado caliente entre sus dedos. No es necesario vivir la vida como él la vivió para entenderlo. Al fin de cuentas todas y cada una de las vidas son terribles. Un poema, a modo de ejemplo, de sus pequeñas tristezas.

FUERA DE LOS BRAZOS DE UN AMOR

fuera de los brazos de un amor
y ya en los brazos de otra.

me he salvado de morir en la cruz
por una dama que fuma marihuana
escribe cantos y cuentos,
y es mucho más amable que la última,
mucho mucho más amable,
y su sexo es tan bueno o mejor.

no es placentero ser puesto en la cruz y dejado ahí,
más placentero es olvidar a un amor que no
cumplió
como todo amor
finalmente
no perdura...

más placentero es hacer el amor
en la playa en Del Mar
en la habitación 42 y después de todo
sentado en la cama
tomando buen vino, hablando y tocando
fumando.

escuchando las olas...

he muerto muchas veces
creyendo y esperando, esperando
en una habitación
contemplando un cielorraso agujereado
esperando la llamada, una carta,
un golpecito, un sonido...

volviéndome salvaje adentro
mientras ella bailaba con extraños
en clubes nocturnos...

fuera de los brazos de un amor
y ya en los brazos de otra
no es placentero morir en la cruz,
más placentero es escuchar tu nombre
susurrado en la oscuridad.-

        Charles Bukowski

Poema seleccionado del libro "Poemas" Edición bilingüe, Editorial AC Argentina, 1995.

Imágenes: pinturas de Julie Hefferman (EE.UU, 1956) Estilo neorenacentista-surrealista. Master of Fine Arts en la Escuela de Yale. Vive en Nueva York, es profesora asociada de Bellas Artes en la Universidad de Montclair, Nueva Yersey.

quiquedelucio@gmail.com
Twitter@quiquedelucio

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